Las empresas de carpintería y mueble principales afectadas en el sector forestal madera por la COVID-19
Baskegur ha realizado una encuesta entre los diferentes subsectores que conforman la asociación para obtener un primer análisis de las consecuencias económicas de la pandemia provocada por el virus COVID-19, así como para conocer el grado de afectación con respecto a las previsiones del ejercicio 2020. El sondeo se ha efectuado a finales de mayo, dos meses después de la declaración del estado de alarma. Reflejan, por tanto, una primera valoración del posible efecto de la crisis, provocada por el impacto directo sobre los volúmenes de producción a nivel global, problemas en las cadenas de suministro y distribución, así como el impacto financiero en las empresas.
Según los datos aportados por los asociados, el sector de Carpintería y Mueble es el más afectado por la crisis. Las previsiones de facturación y pedidos se han reducido en un 11,5% respecto a las estimaciones previstas. Le siguen, maquinaria y propietarios forestales (-8’3%), aserraderos (-8’2%), la segunda transformación (-7,2% ) y por último los rematantes junto con los trabajos forestales (- 7,1%).
En cuanto al impacto sobre el producto elaborado en aserraderos, los que más han reducido su demanda son aquellos cuyos materiales se utilizan en la segunda transformación para realizar embalajes industriales.
El estudio también refleja distintos comportamientos dependiendo del destino de los productos de cada subsector. El director de Baskegur, Oskar Azkarate ha subrayado la importancia de disponer de esta herramienta de medición “para poder contar con una imagen de la actual coyuntura y tener la capacidad de reaccionar a tiempo, para que las empresas más afectadas puedan elaborar sus planes de contingencia”. Destaca Azkarate que la industria de la madera de Euskadi, en comparación con otros ámbitos económicos, ha podido “mitigar su caída gracias a su declaración como sector esencial durante las fases más duras de la pandemia, lo que ha permitido mantener su actividad a buena parte del tejido productivo”.
La encuesta refleja que un 21% de las empresas que han respondido al cuestionario remitido por la asociación han solicitado un ERTE. El teletrabajo ha sido implantado por un 23% de las empresas y un 56% ha acordado con los trabajadores otro tipo de medidas de flexibilidad para adecuarse a la situación.
Respecto a las ayudas a las que se han acogido para hacer frente a la crisis generada por el COVID-19. Las líneas de ICO y/o ELKARGI orientadas a incrementar la liquidez han sido las más demandadas (80%), sobre todo aquellas que cuentan con plantillas más amplias y mayores necesidades de circulante. Los aserraderos son los que más solicitudes han cursado, exactamente, un 60% del total.
Búsqueda de alternativas para afrontar la crisis
La mayoría de las empresas se plantean realizar a lo largo de 2020-2021 diversas acciones para responder a la nueva realidad, entre otras: implantar protocolos de seguridad (medidas de higiene, distanciamiento…), cambio de producción a trabajos forestales, ampliación del ámbito geográfico de trabajo, adelantar días de vacaciones, flexibilización de jornadas, reducción de plantilla no fija/eventual…
En el sondeo realizado por Baskegur, los encuestados también han valorado en un arco de 1 a 5 puntos las posibles medidas a trasladar a las administraciones para afrontar la crisis. Las que cuentan con mayor respaldo son: la necesidad de incentivar la Compra pública Verde y el producto local, la agilización de trámites de la Administración, así como la inversión pública para lograr la reactivación económica.
Baskegur asume el compromiso de seguir actualizando los datos de situación del sector en el segundo semestre del año para poder valorar su evolución en el tiempo.