Osalan, Azti y Baskegur juntos por la seguridad en el trabajo forestal

Osalan y Baskegur estrechan su colaboración para un nuevo impulso para la mejora en la prevención de riesgos laborales en el sector forestal y de la madera, con apoyo del centro tecnológico AZTI.

En Euskadi el 54 % de la superficie es forestal, lo que nos sitúa a la cabeza de Europa junto a países como Finlandia y Suecia.

La configuración de la propiedad forestal, que se encuentra muy atomizada, incide directamente en la realización de la actividad. Existen 21.611 explotaciones forestales privadas, con predominio de aquellas con dimensiones reducidas; el 34% tienen menos de 5 hectáreas, incrementándose hasta el 84% cuando se toman en cuenta aquellas con menos de 20 hectáreas. En el extremo opuesto hay únicamente un 4% mayor de 50 hectáreas.

El 5,7% de las empresas de la madera de España se ubican en Euskadi, contribuyendo al PIB vasco entre el 1,2% y el 1,5%.

El impacto en el empleo medido a tiempo completo es importante. El sector forestal madera vasco da trabajo a 13.000 personas (12.303 empleos en la industria de la madera, a los que hay que sumar 800 empleos en las actividades y servicios forestales) generando además, de manera indirecta, otros 7.000 empleos, lo que representa algo más del 2% del empleo en Euskadi.

Baskegur, como órgano representativo del sector forestal madera vasco, incorpora toda la cadena de valor del sector, desde la propiedad forestal, las empresas de servicios forestales, rematantes, empresas de primera transformación (sierras y embalajistas), industria de la pasta y el papel, empresas de segunda transformación (mueble, estructura, carpintería, etc.), y hasta las empresas de bioenergía.

Osalan, por su parte, como organismo autónomo del gobierno vasco, adscrito al Departamento de Empleo y Políticas Sociales, es el encargado de gestionar las políticas de seguridad y salud laborales en Euskadi, y de transmitir la cultura de prevención que emana de las directivas europeas y de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Está institución es además un agente de acción y conocimiento transversal para el sector, así como de integración de la seguridad y salud en las actividades de los diferentes departamentos de gobierno.

Por último, el centro tecnológico AZTI, como socio y nexo de unión entre ambos, supone un instrumento proactivo y facilitador, tanto de innovación tecnológica como de procesos, que colabora en el desarrollo de mejores sistemas preventivos y de gestión del riesgo.

El trabajo realizado de forma conjunta durante los últimos años en el marco del Plan Sectorial Agroganadero y Forestal de la CAE–Nekapreben, ha dado como resultado diversas herramientas específicas en materia de prevención de riesgos adaptadas a las características del sector, como son la “Guía de Gestión de la Prevención de Riesgos Laborales en el sector forestal” y los “Consejos Preventivos en Forestal”, que pueden ser consultados  desde la página web de Osalan.

Para el desarrollo de estas herramientas se ha estudiado en campo el proceso productivo forestal, la organización del trabajo y los riesgos más relevantes de la actividad.

Las tareas características de la actividad de rematantes son:

– Talado o corte del fuste o las trozas.
– Apilado de troncos y trozas.
– Enganchado de troncos a la maquinaria.
– Conducción de maquinaria forestal (“skidder”, procesadora, tractor, etc.).
– Conducción de camión forestal-camión grúa.

La organización de los trabajadores se basa en lo que se denomina “cuadrilla”, que está compuesta, en la mayoría de los casos, por motoserrista o talador (el número depende de la extensión de la explotación), conductores de maquinaria forestal (“skidder” o arrastrador, autocargador, etc.) y conductor de camión-grúa. Entre ellos está también la figura del encargado de la cuadrilla, que suele ser el trabajador con más experiencia y que compatibiliza las labores de organización con la realización de otras tareas productivas.

Los riesgos laborales más característicos asociados a las tareas forestales son los cortes con la motosierra y el aplastamiento por vuelco de maquinaria o por caída de un árbol, también las caídas al mismo nivel producidas por tropezones con los tocones y caídas a distinto nivel por subirse encima de los troncos apilados. En cuanto a los riesgos que presentan consecuencias a más largo plazo, nos encontramos con los riesgos ergonómicos y las exposiciones prolongadas al ruido y las vibraciones de las herramientas manuales y vehículos. Riesgos todos ellos muy condicionados por la escarpada orografía en que se desarrolla la actividad y la climatología.

A finales de 2015 se realizó una jornada técnica para la trasferencia de los resultados de esta colaboración con la participación de técnicos de Osalan, Baskegur y AZTI, junto con diferentes profesionales relacionados con el sector. La jornada ofreció una amplia visión de la prevención de riesgos laborales en el sector forestal, abordando aspectos relevantes que van desde los procedimientos de trabajo seguros en el manejo de maquinaria (portátil y pesada), hasta la prevención de incendios forestales, pasando por la accidentalidad en el sector, así como numerosas herramientas de sensibilización, consulta y gestión específicas para la actividad forestal madera.